Sería un tanto aventurado comenzar este artículo sin
tratar de arrojar algo de luz, o al menos intentarlo, sobre qué es lo que
entendemos, podemos entender, o deberíamos entender, cuando nos referimos a la
palabra “Infografía”.
¿Qué es una infografía?
Atendiendo a la definición de la Real Academia de la
Lengua Española:
Infografía. (Acrón. de informática y -grafía;
marca reg.).
2. f. Imagen
obtenida por medio de esta técnica.
Entendidas como tal, lo cierto es que podríamos
considerar como infografía a cualquier imagen generada por un software
informático (y el abanico es bastante amplio), pues es esta circunstancia, la
de haber sido generada por una computadora, la que parece dar sentido a la
expresión. Pero como en casi todo, los expertos, o incluso las diferentes fuentes
a las que podamos acudir, no se ponen de acuerdo.
“Informática + grafía”. Pero, ¿y si en realidad de lo
que hablamos es de “información + grafía”? Cualquier imagen, al fin y al cabo,
transmite una información. Pero el acrónimo “información + grafía” iría un poco
más allá. ¿Hasta dónde? Pongamos un ejemplo práctico:
Abrimos nuestro periódico o revista de referencia y
tras una larga serie de noticias, normalmente acompañadas de fotografías con
sus correspondientes pies de foto, o a veces ni eso, nos encontramos una
ilustración en la que a través de dibujos y gráficos de poca complejidad,
acompañados de pequeñas explicaciones escritas, se nos complementa, sintetiza,
o clarifica un artículo sobre la volatilidad de los mercados, el funcionamiento
de una planta nuclear, o la inminente operación quirúrgica de un monarca
europeo, temas que generalmente escapan de aquello que dominamos, pero a los
que podemos aproximarnos a través de dichas ilustraciones.
Ejemplo de infografía periodística aparecida en El País, el 13 de Septiembre de 2013 con motivo del reflotamiento del "Costa Concordia". |
Eso que estamos observando es lo que también podemos considerar
como infografía. Entendida tal como la representación gráfica de la información
que estamos leyendo. Gráficos (mapas, escenas, siluetas abstractas, imágenes
esquemáticas) acompañadas generalmente de textos simples o indicaciones que
ayudan a entender, no sólo lo que estamos viendo, sino lo que hemos leído en un
texto de mayor complejidad al que suelen acompañar. A grandes rasgos podemos decir que una
infografía de este tipo es el resumen o complemento gráfico de una información
compleja. Pero siempre y cuando exista una relación clara y evidente entre los
dos factores de esa ecuación. Es más, si una infografía es capaz de sintetizar
correctamente una información, esta podría llegar a ser una entidad propia.
Uno de los campos en los que la infografía ha
encontrado una mayor profusión es, como ya hemos visto, el periodismo. Pero
también se han generalizado en otros ámbitos en los que se hace necesario
transmitir una información de forma clara y sencilla, por ejemplo en la publicidad
o el marketing.
Bajo estas premisas podríamos plantearnos si resulta
imprescindible que ese tipo de imágenes deban realizarse mediante aplicaciones
informáticas, básicamente porque podemos encontrar ejemplos que se ajustarían a
esta definición en periódicos de épocas en las que la informática no estaba
precisamente desarrollada. O también
podríamos plantearnos (sobre todo ahora que las herramientas gráficas lo
permiten) si estas deben ser estáticas o dinámicas.
Entrar en este campo resultaría complicado y hasta
farragoso pues se haría imprescindible no sólo tener en cuenta varios
principios del diseño gráfico, sino también de las ciencias de la información. Pero
al fin y al cabo el objeto de la serie de artículos que iniciamos con este
primer post no es la infografía entendida bajo los términos que acabamos de
relatar. Aunque parece haber quedado claro que se hacía necesario hacer una
pequeña referencia a esta “tipología”.
Volvamos, por tanto, a la primera definición. Aquella
que definía a la infografía como la técnica de elaboración de imágenes mediante
ordenador, y al fruto de ésta.
En este caso parece que el uso de la informática está
fuera de toda duda. Extendiendo la definición que nos da la RAE, podemos decir
que una infografía es la imagen que se obtiene tras aplicar a un modelo en tres
dimensiones generado por ordenador, una serie de cálculos informáticos que
simulan el comportamiento real de la luz, los materiales, o las texturas.
Resulta tan inequívoco el uso de la informática para esta definición, que ésta
interviene en básicamente todo el proceso. Empezando por el modelado, pasando
por el renderizado, y terminando con la postproducción. Tres procesos en los
que sí o sí intervendrá una computadora y que más adelante definiremos y
trataremos con mayor profundidad.
Ejemplo de infografía para representación arquitectónica y de infraestructura elaborada por I.D. Infografía y Delineación. |
Sería conveniente señalar que tampoco en este caso
existiría unanimidad, ya que en función de las aplicaciones cada cual ha añadido
un apellido al término: infoarquitectura, infografía 3D, infografía industrial,
infografía de productos… Pero al final todas están haciendo referencia a una visualización
más o menos realista obtenida mediante las mismas técnicas.
También se ha generalizado el uso de la palabra “render”
para referirse a este tipo de imágenes, sin embargo el render o renderizado no
es más que una fase del trabajo.
Para dejar las cosas claras, la palabra infografía
será utilizada a partir de ahora y para próximos artículos, como la imagen
obtenida tras un proceso de modelado, renderizado y edición fotográfica, tal y
como ya hemos definido, sea cual sea su aplicación: arquitectura, ingeniería
civil, urbanismo, ingeniería industrial, o diseño de productos.
Nace así este blog, para hablar de Infografías.
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